ES UNA situación delicada, en la cual tenemos que hacer claro que entendemos el dolor y la angustia que las personas sienten. Entendemos incluso el grito intuitivo que pide castigo y venganza. Pero no debemos dejar que esa reacción emocional inmediata gobierne lo que hacemos, lo que debe estar basado en una reflección de cómo podemos prevenir más violencia--tanto de los terroristas como de los gobiernos.

El gobierno de los Estados Unidos va a responder--y los medios noticiosos concurrirán como corderitos con el llamado de acción militar, de aumentos en el presupuesto militar, que es exactamente lo que hace al terrorismo inevitable.

La ayuda militar y el apoyo de EE.UU. a Israel crea furia y resentimiento en el mundo árabe, haciendo que una pequeña porción de los furiosos y resentidos planee ataques terroristas en represalia. La respuesta militar al terrorismo solo perpetúa el ciclo de terrorismo y contra-terrorismo.

El continuo gasto de más de $300 billones para la armada no tiene absolutamente ningún efecto. Si queremos seguridad verdadera, tendremos que cambiar nuestra postura en el mundo--dejar de ser una fuerza de intervención militar y dejar de dominar las economías de otros países.

Un reporte del Junta Científica de Defensa a el gobierno de los EE.UU. en 1997 demostró "una fuerte correlación entre el envolvimiento de los EE.UU. en las situaciones mundiales y un incremento en el terrorismo". Tenemos inmensas bases militares en 19 países, y esto inevitablemente trae problemas.

Lo que Bush está proponiendo ahora es justamente lo que otros presidentes han propuesto antes--Reagan, Clinton, ambos partidos--desde la Segunda Guerra Mundial: perseguir el dominio de grandes áreas del mundo. El horror que experimentamos hoy es algo que personas de otras partes del mundo--Asia suroriental, Irak, Yugoslavia--han experimentado como resultado de nuestros bombardeos.

Esto debería hacernos recapacitar sobre cualquier deseo de continuar con soluciones militares.

Página principal | Reportajes de este número | Retornar arriba