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NUESTRA POSICIÓN
EE.UU. es responsable de la arremetida salvaje de Israel
El monstruo que Washington creó

12 de abril de 2002

CUANDO UNOS periodistas le preguntaron a George. W. Bush acerca de la solución al conflicto de Israel y Palestina el lunes pasado, él balbuceó: "Tiene que haber un esfuerzo de la coalición en la región enfocado contra la paz, digo, contra el terror, por la paz".

Bush fue más sincero la primera vez. La "coalición enfocada" que Washington quiere en el Medio Oriente realmente es para la guerra.

Después de declarar "victoria" al restaurar a los pandilleros regionales en el poder en Afganistán, el mes pasado Bush mandó al Vicepresidente Dick Cheney al Medio Oriente para recabar apoyo entre los gobiernos árabes para la Fase Dos de la "guerra contra el terror" del gobierno de EE.UU.

El blanco: Irak.

Pero el ataque violento de Israel contra el pueblo palestino se le ha cruzado en el medio. No que Washington tenga interés en la justicia para los palestinos. La Casa Blanca ha denunciado repetidas veces a Yasser Arafat, mientras que el Primer Ministro Israelí Ariel Sharon incrementaba los ataques.

Mientras tanto, las monarquías y las dictaduras árabes del Medio Oriente quieren que el "problema Palestino" desaparezca. Esto es por lo que apoyaron el "plan de paz" saudita para crear un estado palestino impotente, sin dar a los refugiados el derecho a regresar a sus tierras.

Pero la magnitud del asalto de Israel forzó a los gobiernos árabes a denunciar a Israel. La lucha en Palestina es tan popular en los países árabes e islámicos porque está en el corazón de la lucha contra el imperialismo en el Medio Oriente.

Esto es por lo que la pandilla de Bush ha vacilado en días recientes entre declarar que Israel tiene "derecho a defenderse" y apoyar la resolución de las Naciones Unidas que hace un llamado a que las fuerzas israelíes se retiren del campamento de Yasser Arafat en Ramallah.

"Me parece que estoy confundido", dijo un periodista al secretario de prensa de la Casa Blanca Ari Fleischer en una la conferencia de prensa el lunes. "¿Cuál es, queremos que Israel se retire, o apoyamos lo que Sharon está haciendo?"

Washington está dividido entre los que quieren permitir que Israel ahogue la resistencia palestina en sangre y otros que creen que es necesario revivir el "proceso de paz del Medio Oriente" antes de comenzar un proceso nuevo de guerra contra Irak.

Pero independientemente de los giros diarios, ambos lados en el debate de Washington quieren estar seguros de que los intereses de los EE.UU. están garantizados en el Medio Oriente.

Esto significa que Israel seguirá siendo el mayor recipiente de ayuda militar estadounidense, y que actuará como sabueso de Washington en la región. Si el perro se le escapó de la correa ahora, el amo sólo tiene que culparse a él mismo.

Además, Israel sólo está aplicando el propio enfoque de Washington en la "guerra contra el terrorismo": usar el poderío militar para imponer sus deseos, no importa las consecuencias.

La revista New Yorker publicó un artículo la semana pasada por Nicholas Lemann sobre "los halcones de la Casa Blanca y su nueva estrategia para la dominación global", incluyendo el uso de armas nucleares tácticas.

Los oficiales del gobierno consideran el 11 de septiembre como un "momento transformador", Lemann escribió, porque "redujo drásticamente la resistencia usual del público estadounidense al envolvimiento militar en otras tierras, por lo menos por un tiempo".

"¿Los Estados Unidos está ahora en la posición de volver a trazar mapas regionales, especialmente en el Medio Oriente, y de reemplazar gobiernos por la fuerza? Nadie pensó que la administración de Bush estaría pensando en términos tan ambiciosos, pero simplemente lo está, y con el debate interno más a la derecha de dónde estaba tan sólo unos meses atrás".

No podemos permitir que Bush pose de pacifista mientras que se prepara para una guerra total contra Irak, una nación todavía en ruinas después de la Guerra del Golfo de 1991 y de una década de sanciones asesinas.

Las demostraciones contra la guerra del 19 al 22 de abril en Washington proporcionan una oportunidad importante para hacer estas conexiones.

La gente se ha tirado a las calles a través de los EE.UU. escandalizados por la guerra de Israel contra los palestinos.

Estos pueden unirse al movimiento para parar la campaña de guerra de Washington–junto con otros que ya han rechazado los esfuerzos de Bush de esparcir la guerra de los EE.UU. alrededor del mundo.

Necesitamos la asistencia más grande posible en Washington para exigir un alto a la ayuda de los EE.UU. a Israel– y para decirle a Bush que no nos quedaremos cruzados de brazos mientras que los EE.UU. amplía su guerra.

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