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FORO SOCIAL MUNDIAL
Alternativa de lucha ante un mundo en crisis

14 de febrero de 2003 | Página 3

Lee Sustar reporta directamente desde el Foro Social mundial en Porto Alegre.

DURANTE EL primer Foro Social Mundial (FSM) del 2001, hubo un debate en vivo vía videoconferencia con la elite del Foro Económico Mundial que se reunía en Davos, Suiza. "El mejor regalo que los dos mil ejecutivos corporativos en Davos pueden darle al mundo es que aborden una nave espacial y se lancen al espacio sideral", dijo Walden Bello, el economista radical filipino, al especulador George Soros en Davos.

Este año, otro orador fue transmitido en vivo desde Davos hacia el FSM, el nuevo presidente de Brasil, Luíz Inácio "Lula" da Silva. Mientras que sus comentarios produjeron ovaciones por la multitud en Porto Alegre, el viaje de Lula para reunirse con los ejecutivos, políticos, banqueros y burócratas simbolizó el giro hacia la derecha que el Partido de los Trabajadores (PT) ha hecho en los últimos tres años.

El FSM fue inaugurado en Porto Alegre porque el PT controlaba entonces los gobiernos de la ciudad y el estado (Rio Grande do Sul), y se presentaba a sí mismo como un nuevo tipo de gobierno de centro izquierda. Irónicamente, en la misma elección en que Lula ganó la presidencia, el PT perdió la gobernación de Rio Grande do Sul, representando el rechazo a las medidas de austeridad que este partido impuso.

Ahora, después de dos décadas de argumentar por la necesidad de rehusarse a pagar la deuda externa contraída por gobiernos anteriores, Lula ha anunciado que su gobierno pagará su deuda de $344 mil millones, a pesar de que al menos dos tercios de la población vive sumida en la pobreza.

Mientras que Lula también ha prometido reformas significativas, incluyendo la iniciativa "cero hambre", la cantidad asignada en el nuevo presupuesto es sólo suficiente para alimentar a 9 de los 54 millones de personas que serían elegibles. El resultado es que 45 millones padecerán hambre por otro año mientras que los banqueros recibirán su dinero a tiempo.

Lula también ha accedido a negociar el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) con los Estados Unidos después de años de oposición al acuerdo. Durante la campaña electoral, el PT se rehusó a participar en un referendo organizado por el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), la iglesia y el Partido Socialista de Trabajadores Unificado (PSTU). Sin embargo, más de 10 millones de personas participaron en el plebiscito, y 98 por ciento de ellos votaron contra el ALCA.

Desde las elecciones, el MST ha moderado su posición y ha dado un apoyo crítico al Lula. Pero el PSTU usó el FSM para reunir aproximadamente unas 30 mil firmas de los delegados para exigir un nuevo plebiscito.

Lula todavía es muy popular. Las multitudes corearon su nombre durante su discurso a comienzos del FSM, y luego otra vez en la concentración final del evento. Pero al final de la concentración, el gentío salió hacia una enorme marcha contra la guerra en Irak y contra el ALCA.

El potencial para un cambio real en Brasil se nota en este espíritu de lucha. Y de hecho, la masiva oposición izquierdista al neoliberalismo demostrada en el FSM, muestra que hay una alternativa de la lucha que se está fermentado a través de Latino América. El reto que enfrentamos será el poder construir las organizaciones y elaborar las políticas que puedan hacer realidad ese cambio a partir de las luchas de la gente común, desde abajo.

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