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LO QUE PENSAMOS
El engaño de las armas y las armas del engaño

13 de junio de 2003 | Página 2

"EL DEASARME de Irak ha comenzado". Con estas palabras el gobierno de Bush anunció en marzo el comienzo de su guerra contra Irak.

Dos meses después, EE.UU. ha declarado su victoria, y consiguió la aprobación de las Naciones Unidas para ocupar a Irak. Sólo un detalle: todavía no hay rastro de armas de destrucción masiva.

A pesar de los "descubrimientos" durante la guerra que los medios noticiosos exageraron como "quizás la pistola humeante", las fuerzas militares de EE.UU. todavía no han encontrado ninguna evidencia sólida de armas de destrucción masiva. Bush se limitó a reclamar a fines de mayo que el descubrimiento de dos furgones en Irak--que los oficiales de EE.UU. insisten, con la más débil evidencia, eran fábricas móbiles de componentes de armas biológicas--era lo mismo que descubrir armas verdaderas.

Ahora, para hacerle la situación peor a Bush y sus socios, evidencia está saliendo a la luz pública señalando que la supuesta "prueba" de la existencia del arsenal de Saddam Hussein fue al menos parcialmente fabricada. El pasado septiembre, el Primer Ministro británico Tony Blair presentó un "expediente" de inteligencia de 173 páginas indicando que Irak podría desplegar armas químicas y biológicas "en sólo 45 minutos".

Pero oficiales de inteligencia dijeron a BBC a fines de mayo, que antes de que el gobierno de Blair presentara el expediente ordenó que los documentos fueran "transformados". "Esa información no estaba en el borrador original", dijo un oficial de inteligencia de alto rango a la BBC. "Se incluyó en el expediente a pesar de nuestras objeciones".

Igualmente, los oficiales del gobierno de Bush estaban determinados a encontrar la susodicha pistola humeante contra Irak--cosa que la CIA no les había dado. Así que en el otoño de 2001, el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld habilitó una nueva agencia de inteligencia a la que llamó Oficina de Planes Especiales (OSP, por sus siglas en inglés)--y puso a su mano derecha a cargo, a Paul Wolfowitz. El ex-analista de la CIA Ray McGovern dijo a la BBC que las alegaciones de la OSP acerca de armas de destrucción masiva en Irak eran "un fiasco de inteligencia de proporciones monumentales".

Pero el riesgo valió la pena. Sin él, el gobierno de Bush nunca hubiera conseguido su guerra contra Irak. "La verdad es que por razones que tienen mucho que ver con la burocracia", Wolfowitz explicó a la revista Vanity Fair, "nos decidimos por un asunto en que todos estaban de acuerdo, que era las armas".

En respuesta a estas revelaciones, algunos líderes congresionales exigieron una investigación. Pero la mayoría de los líderes demócratas parecen estar dispuestos a dejar que la Casa Blanca se escape de esta encerrona. Luego está la otra mentira--una que el Congreso definitivamente no investigará--acerca de traer la democracia a Irak.

Los ocupadores estadounidenses se quitaron la careta a principios de junio cuando. Anunciaron planes para escoger de 20 a 30 iraquíes como parte de un consejo de "asesores"-- evitándose así el asunto peliagudo de organizar elecciones democráticas.

También esa misma semana, el ejército estadounidense comenzó el desarme obligatorio de ciudadanos iraquíes, en que sus soldados invadieron hogares y los registraron--añadiendo a la lista de humillaciones. Mientras tanto, EE.UU. ensanchó su lista de víctimas civiles iraquíes cuando sus soldados abrieron fuego contra gente que celebraba una boda en el pueblo de Samarra, matando a tres personas e hiriendo a siete.

Atrocidades como ésta han alimentado una oposición furiosa a la ocupación--incluyendo ataques armados contra las tropas. A principios de junio, cuatro soldados estadounidenses murieron y varios fueron heridos luego de dos días de ataques cerca de Falluja--donde las tropas de EE.UU. mataron a 15 manifestantes en abril--y de confrontaciones con escoltas de soldados en Bagdad y Qaim.

Los oficiales del Pentágono culpan a simpatizantes de Hussein, pero la cólera que se está cociendo en Irak es mucho más profunda. "Estamos contra la ocupación, rechazamos la ocupación--no 100 por ciento, sino 1,000 por ciento", dijo Mohammed Abdullah a un periodista mientras que una patrulla estadounidense pasaba frente a su casa en Bagdad. "Están pisoteando nuestro corazón".

Esta oposición sólo crecerá mientras Washington continúe la odiosa ocupación de Irak--y mientras que las mentiras que la pandilla de Bush usó como excusa para invadir se hagan cada vez más difíciles de ignorar.

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