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El candidato del "yo también"

Por Elizabeth Schulte | 27 de mayo de 2004 | página 2

LO PODEMOS llamar el candidato "Yo también".

George W. Bush apoya un ejército más fuerte. John Kerry dice "Yo también". Bush desmenuzó las libertades civiles con la Ley "USA PATRIOT". Kerry dice "Yo también". Bush apoya más recortes de impuestos para los ricos. Kerry dice "Yo también". Bush critica la protesta de Kerry contra la Guerra de Vietnam 30 años atrás. Kerry dice "Yo también".

La lista no acaba. Desde el derecho de los gays y las lesbianas a casarse hasta el supuesto "derecho" de Israel a asesinar a los líderes palestinos, los candidatos a la presidencia de los dos mayores partidos están de acuerdo con mucho más de lo que nadie hubiera adivinado cuándo la campaña para las elecciones del 2004 a penas comenzaba el año pasado.

Por supuesto, Bush y Kerry--así como los medios noticiosos corporativos que apuestan entusiastamente a la elección presidencial como si fuera una carrera de caballos--hablan regularmente sobre las supuestas diferencias inmensas entre las dos campañas. Pero las diferencias--cuando no se trata de puras fanfarronadas entre políticos--enmascaran todas las grandes áreas en que tanto Bush y Kerry, así como los partidos Republicano y Demócrata, concuerdan en general.

En algunos casos, Kerry esta tratando de ser mas Bushista que Bush. Él favorece lo que llama un "internacionalismo muscular" y no descarta guerras "preventivas"--el mismísimo concepto que la Casa Blanca Republicana enarboló con la "Doctrina Bush". En respuesta a la fecha del junio 30 de la administración de Bush para supuestamente "retirarse" de Irak, Kerry acusó a Bush de "tirar la piedra y salir corriendo". "Tenemos que prevalecer en Irak", dijo Kerry. "Nosotros simplemente no podemos permitir que se convierta en un estado fracasado. Eso significaría una victoria para el extremismo, nuevos peligros en el Medio Oriente y un clima que engendraría terrorismo anti-americano".

Cuándo tiene que ver con el derecho de la mujer al aborto, Kerry lo apoya solamente en la forma más legalista--hablando sobre su compromiso para mantener las "leyes del país". ¡Y en una entrevista reciente, Kerry dijo que consideraría el nombramiento de un juez que no apoye el derecho al aborto!

La conducta de Kerry durante los años de Clinton da una buena indicación de lo que él sería como presidente. Cuándo Clinton quiso destajar el "welfare" en 1996 e imponer reglas de trabajo punitivas a los recipientes de asistencia gubernamental--cosa que sus antecesores republicanos Ronald Reagan y George Bush padre nunca soñaron lograr--Kerry lo apoyó. "Yo ni siquiera apoyé el [plan de salud] de Clinton en el 93", dijo Kerry jactándose durante una entrevista reciente con el periódico Wall Street Journal. "Yo lo miré y dije, 'Wow, demasiados cuadritos. Demasiado burocrático. Demasiado gobierno'".

¿Cuáles son los planes de Kerry para el cuidado de salud? "He tratado de hacerlo basado en el mercado y razonable...hablo personalmente con ejecutivos a dondequiera que voy, en Nueva York o en cualquier otro lugar. Ellos dicen, 'espectacular'".

Tan mala como la campaña de Kerry ha sido, millones de personas están empeñadas en votar por él de todos modos para sacar a Bush de la presidencia. Gente furiosa por las mentiras de Bush, la arrogancia, las políticas militaristas y descaradamente pro-negocios--que lo quieren fuera de la Casa Blanca.

Sin embargo un voto por Kerry inevitablemente significa aceptar el ámbito político cada vez más estrecho entre los dos partidos. Kerry puede que traiga un cambio de estilo, pero la sustancia--el proseguir la agenda de las corporaciones americanas y el uso agresivo del poder imperial de EE.UU.--se quedará igual.

John Kerry puede que derrote a Bush--pero su victoria no representará la derrota de las políticas de Bush. Ahora es el momento de construir una oposición a las políticas miserables de la administración de Bush--y de su contraparte Demócrata, los del "Yo también".

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