LAS FOTOS de los ataúdes de soldados estadounidenses muertos en Irak finalmente aparecieron en los medios noticiosos nacionales--y a la administración de Bush le dio una rabieta. Esto no es sorprendente. Las filas ordenadas de ataúdes cubiertos con banderas son prueba visual del costo cada vez más alto de la guerra de Bush.

La Casa Blanca estaba tan determinada a mantener estas imágenes ocultas que prohibió a los medios la entrada a la base de la fuerza aérea en Dover, donde se descargan los ataúdes. "La sensibilidad y la privacidad de las familias de los caídos deben ser la primera prioridad", dijo el portavoz de Bush, Trent Duffy.

¡Qué hipocresía! Bush no ha expresado su supuesto dolor ni en un solo entierro de ningún soldado muerto en Irak. Y tampoco se preocupó por la "sensibilidad" de éstas familias cuando envió a sus hijos a luchar en una guerra predicada sobre mentiras y engaño.

Si la administración de Bush se sale con la suya, el número de muertos--iraquíes y estadounidenses--solamente continuará creciendo. El vicepresidente Dick Cheney subrayó la determinación de la administración de Bush de aplastar a sus adversarios en Irak--no importa el costo humano--en términos escalofriantes. "Con este tipo de enemigo no se puede negociar, no lo podemos disuadir, contener, o apaciguar", declaró Cheney. "Solamente puede ser destruido. Ésta es nuestra tarea inmediata".

Esta tarea la apoya todo Washington--no solamente los fanáticos "halcones" imperialistas en la administración de Bush. Los senadores Chuck Hagel (Republicano de Nebraska) y Joseph Biden (Demócrata de Delaware), ambos miembros del Comité de Relaciones Exteriores, flotaron la propuesta de reestablecer el servicio militar obligatorio para asegurar niveles adecuados de tropas--aunque trataron de enmascarar su llamado disfrazándolo de preocupaciones sobre que los pobres y la juventud de la clase obrera no carguen exclusivamente con el peso de luchar la guerra.

El general John Abizaid, comandante máximo de EEUU en el Medio Oriente, comenzó a insinuar que solicitará otra extensión del servicio activo militar para mantener el nivel de tropas actual en 135,000--y con la posibilidad de que pida aún más soldados más allá de esto.

El candidato presidencial Demócrata John Kerry está de acuerdo con él. Propone enviar más tropas a Irak que George Bush. En vez de oponerse a la ocupación de Bush en pos de petróleo e imperio, Kerry se presenta como alguien que ofrece una mejor manera de pelear la guerra--mientras que el número de muertos sigue creciendo.

El gobierno estadounidense no tiene ningún derecho a determinar el futuro de Irak. Sin embargo, los funcionarios de EE.UU. están cuidadosamente escogiendo un gobierno provisional para una "transferencia de poder" el 30 de junio que en realidad dejará a Washington con el control militar completo de Irak.

La ocupación por EE.UU.--no importa si su poder se manifiesta directamente con soldados norteamericanos, o entre bastidores a través de un gobierno de títeres--solamente creará una resistencia mayor hasta que Washington sea expulsado. Tenemos que apoyar la lucha de los iraquíes por su liberación--¡y exigir que EEUU saque sus tropas de Irak ahora!

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