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Protestas espantan a racistas anti-inmigrantes
Cazamigrantes derrotados

Por Jocelyn Blake | septiembre-octubre de 2005

CIENTOS DE personas se arremolinaron a ambos lados de la verja que separa a Calexico, California, de Mexicali, México, el 17 de septiembre para demostrar su oposición a los cazamigrantes.

Los manifestantes golpearon la verja y gritaron "Queremos un mundo sin fronteras". Trepado en el tope de la muralla fronteriza, un manifestante levantaba una efigie de un cazamigrante vestido con la capucha blanca usada por el Ku Klux Klan.

Alrededor de 300 de manifestantes llegaron a Calexico, en el lado estadounidense de la frontera, para demostrarle a los Minutemen y sus emuladores que no son bienvenidos en California.

Un grupo que se llama Amigos de la Patrulla Fronteriza había seleccionado el 16 de septiembre para movilizar una "patrulla cívica" en la frontera cerca de Calexico, imitando el modelo anti-inmigrante de los Minutemen que invadieron a Arizona el pasado abril. En contraste, el fin de semana transcurrió sin evidencia de que algún cazamigrantes se hubiera presentado. Sólo se veían pancartas con consignas que decían "Minutemen, se les acabó el tiempo. Váyanse a casa", en las áreas donde los racistas habían planeado reunirse.

Semanas antes de la protesta, el consejo municipal de Calexico aprobó unánimemente una resolución que denunciaba la presencia de cualquier grupo de cazamigrantes. "Ellos no son necesarios aquí," dijo Alex Perrone, alcalde de Calexico. "Si vienen, les diré a los Minutemen y los Amigos de la Patrulla Fronteriza, 'Que se vayan para Nueva Orleáns. Muestren que son patriotas y ayuden a su prójimo'".

Andy Ramirez, organizador de los Amigos de la Patrulla Fronteriza, le dijo al periódico San Diego Union Tribune que de las 125 de personas que habían sido entrenadas para la patrulla, sólo iban a participar de 20 a 30--mucho menos de las 2,000 que el grupo había anunciado originalmente.

"Hemos reducido nuestros planes en parte por la candela que hemos recibido a raíz de la fecha que escogimos", dijo Ramirez, refiriéndose a la decisión descaradamente racista de comenzar su operación el día de la independencia mexicana. Pero aun la patética cifra de 20 a 30 personas terminó siendo una exageración.

Esta protesta se constituyó en otra victoria para los activistas pro inmigrantes en California, que han enfrentado a los cazamigrantes, tanto en la frontera como en movilizaciones en contra de los piquetes anti-inmigrantes en el área de Los Ángeles.

"Estas políticas anti-terroristas, en que cualquier inmigrante es considerado un potencial terrorista, están alimentando el odio contra los inmigrantes", le dijo un residente local a Obrero Socialista durante la protesta. "No termina con los inmigrantes, y va a difundirse como odio en contra de otras gentes si no decimos "¡Abajo con este movimiento fascista!"

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