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Patética resistencia de Demócratas a la confirmación de Alito
La derecha ve su sueño hecho realidad

Por Nicole Colson | enero-febrero de 2006

En enero empezaron las vistas de confirmación del nominado a la Corte Suprema, Samuel Alito. Los derechistas cristianos creen que se realizará su sueño si es confirmado.

Además de dictaminar en el pasado a favor del derecho de un esposo a vetar la decisión de su esposa a tener un aborto, Alito ha confirmado el derecho de la policía al registro integral de una niña de 10 años de edad. Y repetidas veces él ha rechazado los casos de discriminación racial y de acoso sexual en el empleo, sobre la premisa de que a los trabajadores deben ofrecer un grado tan alto de pruebas, que resulta imposible, según los expertos legales.

"En un caso [cuando era juez federal del tribunal de apelación], sus colegas afirmaron que los estatutos contra la discriminación 'serían destripados si nuestro análisis se detuviera en el punto donde la disensión de Alito sugiere'", reportó Seth Rosenthal recientemente en el periódico the Nation. "En otro [caso], él fue el único disidente de 11 jueces que votaron a favor de rechazar el veredicto del jurado en el caso de un trabajador que alegaba discriminación por su género".

El mes pasado se reveló que Alito se ha burlado de los pleitos de acoso sexual y de discriminación racial en otros foros más allá de la magistratura.

En 1985, cuando Alito solicitó la posición de asistente del Procurador General en la administración del Presidente Reagan, él pregonó su asociación con el grupo "Alumnos Preocupados de Princeton"--un grupo derechista formado a comienzos de los años setenta que reclamaba que Princeton había bajado sus estándares de matrícula para permitir la entrada de mujeres y minorías a la universidad.

Aún más perturbadoras son las revelaciones acerca del apoyo de Alito al derecho del gobierno a espiar a sus ciudadanos. En diciembre se formó un nuevo escándalo sobre el espionaje sin autorización de los residentes de EE.UU. por la Agencia Nacional de Seguridad de Bush. Un memorando que Alito escribió en 1984 mostró claramente que lado apoyaba.

En un caso concerniente a un pleito contra el antiguo Procurador General, John Mitchell, quien autorizó la intervención telefónica sin permiso de un tribunal, Alito--entonces un abogado en la administración de Reagan--alegó que el Procurador General y otros altos funcionarios deberían ser "inmunes de violar los estándares legales establecidos" en base a criterios de "seguridad nacional".

Alito sugirió también que la administración de Reagan no debía proseguir el caso que implicaba a Mitchell--a causa de sus conexiones con la administración de Nixon y el escándalo político de Watergate. En cambio, él sostuvo que "Nuestras posibilidades para persuadir el tribunal a aceptar un argumento por la inmunidad absoluta mejorarían en un caso que implicara un funcionario menos polémico y en una época menos polémica".

A pesar de la creciente evidencia que revela el pésimo récord de Alito, los Demócratas dieron pocas señas de presentar una seria oposición a su confirmación. En toda la semana de vistas, se vieron frustrados en aclarar las respuestas de Alito a sus preguntas sobre el derecho al aborto y la discriminación.

Richard H. Fallon, profesor de la escuela de leyes en Harvard, no le echó la culpa a los senadores Demócratas del comité, sino al público. "Puede ser un error pensar que el fracaso [de los Demócratas] demuestre que ellos hicieran algo mal... Mientras la mayoría del público acepta o tolera respuestas evasivas o poco informativas, a lo mejor no podrían haber hecho nada para hacerle a Alito caer en el error". Sin embargo, los senadores responsables para interrogar a Alito no hicieron ningún esfuerzo por indagar públicamente el récord jurídico del juez.

En las próximas semanas el Senado confirmará al juez conservador, sin que los Demócratas siquiera intenten el obstruccionismo parlamentario (filibuster en inglés). ¿La solución que ellos proponen para cambiar el carácter más y más conservador de la Corte Suprema? Votar por más Demócratas para la Cámara y la presidencia. Pero esta estrategia de votar Demócrata para "proteger" los derechos civiles nunca ha logrado conseguir ni mantener los derechos ganados mediante la lucha popular – el aborto, la acción afirmativa, las protecciones contra abuso policial, etc.

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