NOTE:
You've come to an old part of SW Online. We're still moving this and other older stories into our new format. In the meanwhile, click here to go to the current home page.
La guerra sin tregua de Israel contra Gaza

Por Elizabeth Schulte | septiembre-octubre de 2006

MIENTRAS QUE los líderes mundiales aplauden el acuerdo de cese el fuego de Israel con Líbano —un acuerdo que Israel violó antes de que la tinta se secara— la guerra de Israel contra el pueblo palestino continua.

El 27 de agosto, el mismo día de la muy proclamada liberación por un grupo militante islamista en Gaza de los periodistas del noticiario de la cadena Fox, un ataque aéreo israelí alcanzó a un camión de la agencia Reuters, hiriendo a un reportero y a un cámara. El mismo día, tres palestinos fueron asesinados por un avión israelí, y un franco tirador mató a otro palestino e hirió gravemente a un niño de 6 años.

Israel está llevando a cabo una venganza letal sobre los palestinos tras su fracaso en derrotar a Hezbollah en Líbano. Más de 200 palestinos —44 de ellos, niños— han sido asesinados y miles de ellos obligados a abandonar sus casas desde el inicio de la Operación Summer Rains -nombre que el ejército israelí dio a su ataque intensivo contra Gaza desde hace diez semanas.

Según un informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Gaza ha sido sometida a unos 267 ataques aéreos desde que se inició la operación el 28 de junio, tras la captura de un soldado israelí, y se ha impuesto un cruel castigo colectivo al pueblo palestino.

Las tácticas israelíes sólo pueden calificarse de terrorismo. Por ejemplo, es una práctica habitual que el ejército israelí avise por teléfono a las familias para que desalojen sus casas antes de un bombardeo, lo que significa que los residentes palestinos se ven obligados de forma repetida a abandonar sus propiedades presas del pánico tanto si se produce el ataque como si no.

Las bombas israelíes han destrozado las infraestructuras de Gaza y más de un millón de personas están sin electricidad desde que Israel bombardeó una nueva central eléctrica.

El alcalde de As Shoka, donde se encuentra localizado el 15 por ciento de la tierra agrícola en Gaza, afirma que el ejército israelí está demoliendo todos los invernaderos y ha destruido las redes de suministro de agua y electricidad. Las cosechas no destruidas por las bombas se han perdido ante la imposibilidad de que los palestinos trabajen sus tierras.

El cierre del principal puesto fronterizo de Karni ha hecho casi imposible obtener ayuda humanitaria para un millón cuatrocientos mil palestinos que viven en Gaza.

Según Al-Ahram Weekly, unas 30.000 personas quedaron atrapadas en Rafah, único puesto fronterizo con Egipto, tras el cierre de fronteras de Israel. Nos tratan como animales", dice Riad Syam ingeniero eléctrico que intentaba llegar a Abu Dhabi con su mujer y sus tres hijos. Como otras muchas familias en Rafah, vinieron a Gaza para visitar a unos parientes y quedaron atrapados por el ataque israelí.

En Cisjordania, Israel continúa secuestrando y deteniendo a los funcionarios palestinos elegidos democráticamente por pertenecer al grupo Hamás. Cuando se inició el ataque, el ejército israelí detuvo a 64 funcionarios de Hamás, entre ellos ocho ministros y 29 miembros del Parlamento.

Y mientras el primer ministro Ehud Olmert intentar recobrar la credibilidad tras la debacle contra Hezbollah, su Gobierno aparentemente está posponiendo de forma indefinida el plan para abandonar las colonias israelíes en Cisjordania. Assay Shariv, ayudante principal de Olmert declaró a Inter Press Service "En estos momentos, tendremos que ocuparnos de otros asuntos, lo que no quiere decir que la retirada se haya cancelado pero no la tenemos en la agenda".

Mientras tanto, las sanciones israelíes y estadounidenses impuestas a Hamás tras las elecciones siguen asfixiando la economía palestina. Los profesores y otros funcionarios no han recibido sus sueldos desde hace meses a causa de la retención por parte de Israel de los impuestos de los palestinos.

La guerra sin tregua de Israel contra los palestinos cada vez produce una mayor amargura. Salman Abu Garad de Rafah declaraba a Al-Ahram Weekly "Escuche, vivo en Rafah desde hace mucho, me acuerdo de la guerra de 1948, y puedo decirle que desde entonces hasta la guerra de 1973 y después, los israelíes no han mostrado interés alguno por la paz. Sólo entienden un lenguaje: la fuerza".

Traducido del inglés por Felisa Sastre. Les agradecemos a Felisa Sastre y los compañeros de La Haine por enviarnos esta traducción.

Página principal | Reportajes de este número | Retornar arriba