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Concediendo a la guerra interminable de Bush octubre-noviembre de 2007 | página 1
GEORGE W. BUSH quiere mantener las tropas de EE.UU. en Irak por décadas--y ninguno de los candidatos presidenciales Demócratas más prominentes lo contradicen.
Bush presentó su visión de una ocupación permanente de Irak en su discurso televisado el 13 de septiembre. Los medios se enfocaron en su llamado para la reducción de las tropas para el próximo julio. Pero esta "reducción" dejaría todavía el número de tropas de EE.UU. en Irak a un nivel más alto para esta fecha el año que viene que al comienzo de 2007.
Lo que no es exactamente el "recorte de tropas" presentado en los titulares de la mayoría de los periódicos al día siguiente.
Bush dijo que a pesar de la "reducción de la presencia estadounidense" el "envolvimiento político, económico, y de seguridad" en Irak se extendería "más allá de mi presidencia". Y según Bush, eso está bien con el gobierno iraquí. "Los líderes iraquíes han pedido una relación duradera con EE.UU.", él dijo. "Y estamos listos para empezar a construir esa relación, de una manera que proteja nuestros intereses en la región y requiera muchas menos tropas estadounidenses".
En entrevistas no oficiales, los ayudantes de Bush describieron lo que esto significa. De acuerdo a CNN el "Presidente Bush mira la presencia de décadas de las tropas de EE.UU. en Corea del Sur como un modelo para un papel futuro de EE.UU. en Irak, dijeron funcionarios de alto rango de la administración".
Los candidatos Demócratas a la presidencia más prominentes recriminaron a Bush por darle largas a la retirada de las tropas. Pero cuando ellos piden "la retirada," uno tiene que leer la letra pequeña.
Estos llamados caóticos para retiradas sin retirada han confundido y desmoralizado al movimiento anti-guerra. Casi un año después de que el Congreso Republicano fuera mandado para su casa en una elección que giró alrededor de electores que querían terminar la guerra, el Congreso Demócrata se prepara, una vez más, para darle a Bush todos los fondos que él quiere para la guerra.
¿Por qué se han cruzado de brazos los Demócratas en vez de atacar a uno de los presidentes mas impopulares--o digamos mas odiados--en la historia de EE.UU. sobre el asunto de Irak?
Las razones van más allá de su temor usual de ser vistos como "blandos con la seguridad nacional". Sino que los Demócratas quieren presentarse como administradores más competentes del proyecto imperial de EE.UU. Aceptan un consenso emergente en los círculos de poder de política exterior de EE.UU. que propone una "división ligera" de Irak--o sea, divide y conquistarás.
Por eso los Demócratas no pudieron ser muy duros con el General Petraeus--pues aceptan gran parte de su doctrina de "contrainsurgencia".
Los Demócratas aceptan este marco de referencia--que es por lo que el Congreso continúa financiando la guerra, y los candidatos Demócratas reculan acerca de una retirada total de las tropas estadounidenses.
Para el movimiento anti-guerra, la tarea principal es construir la clase de organización que pueda canalizar la oposición a la guerra. Esto significa, ante todo, desafiar la renovada propaganda de los medios y los políticos acerca del "éxito" en Irak y presentar claramente la realidad: más de 1 millón de iraquíes muertos como resultado de la conquista de esta nación; casi 5 millones de refugiados; más de 3,700 soldados estadounidenses muertos; un país donde el nivel de vida antes se acercaba al de los países de Europa meridional y que ahora es comparable con los lugares mas desolados de la tierra.
Mientras más larga sea la ocupación estadounidense--en cualesquiera de sus formas--más largo será el sufrimiento.
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