¡En vivo, desde NY: Un racista!

November 24, 2015

Saturday Night Live quiso aumentar su audiencia invitando a Donald Trump, pero como Lupita Romero reporta el show también atrajo una enérgica protesta.

PARA MUCHOS neoyorquinos, la invitación del programa de televisión de Saturday Night Live (SNL) a Donald Trump para conducir un episodio no fue nada de gracioso. Al grito de "Dump Trump!" (¡Desecha a Trump!), unas 400 personas protestaron frente a los estudios de NBC, horas antes de que el anticipado episodio saliera al aire, demandando que la televisora anulara su contrato con el candidato presidencial.

La protesta fue convocada por la coalición ANSWER en colaboración con varias organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes, incluyendo The League of Latin American Citizens, Make the Road NY, America's Voice, The Hispanic Federation, The National Institute for Latino Policy, The NY State Youth Leadership Council, y grupos de jóvenes indocumentados conocidos como D.R.E.A.M. Teams, así como muchas otras organizaciones.

El evento trajo a una diversa multitud de trabajadores inmigrantes y estudiantes, con pancartas y consignas burlándose de SNL y Trump, y una piñata que muchos entusiastas aporrearon.

Protesting Donald Trump's hosting of Saturday Night Live

La demostración fue enérgica y animada durante la noche, y a tiempos hasta cómica, con participantes gritando "¡En vivo desde Nueva York, un pedazo de mierda racista!), aludiendo a cómo cada episodio de SNL comienza, pero la gravedad del asunto que unió a tanta gente permaneció en la mente de cada uno.

Tal vez los escritores y ejecutivos de SNL querían ser parte de la chacota que la campaña de Trump ha sido, y aumentar su audiencia en el proceso. Pero cualquiera hayan sido sus razones, su presencia como anfitrión del episodio, a pesar de las protestas en contra, ha indignado a comunidades latinas e inmigrantes que saben muy bien que el racismo de Trump no es broma. Su ideología y políticas--aumentar rápidamente las deportaciones y reforzar aún más una ya militarizada frontera--definitivamente no son un juego.

Los activistas presentes vigorosamente gritaron "¿Cómo deletreas racista? S-N-L" y "¿Cómo deletreas vendido? S-N-L") para llamar la atención sobre la hipocresía de la televisora que hace solamente unos meses había cortado sus relaciones y contratos con el billonario en respuesta a su caracterización de todos los inmigrantes mexicanos (y latinos) como "asesinos" y "violadores".

Para Isaac Morales, 21, de East Harlem, la decisión de NBC de mantener a Trump como conductor del show tiene todo que ver con la cultura capitalista de Estados Unidos, "dejando que [su discurso de odio] impregne la mente de miles de personas que verán el programa, simplemente porque van a ganar mucho dinero al hacerlo".

"Mucha gente va a verlo sólo por la controversia y quieren ver que dice," dijo Vicente, 26, de Queens. "Pero no es gracioso y no se trata de libertad de expresión, es simplemente odio".

Como predijo Vicente, el episodio de Trump disfrutó de los niveles de audiencia más altos de SNL desde 2012, a pesar de una declaración del Comité Hispano del Congreso en contra de la decisión de la televisora, llamadas nacionales para boicotear el show y una petición Dump Trump, que obtuvo más de 200.000 firmas.


ACTIVISTAS LATINOS en todo el país vieron la invitación de SNL a Trump como un reflejo de la desconexión del show a una audiencia cada vez es más latina. que aún no es bienvenida ni incluida.

De hecho, sólo dos latinos--Horatio Sanz y Fred Armisen--han sido parte del elenco y sólo 11 de los anfitriones que han aparecido en SNL en toda su historia han sido latinos.

Para Susena Zúñiga, originalmente de Texas, ahora estudiando cine en la Universidad de Nueva York, esta falta de diversidad es "lo que está contribuyendo a su decisión de tener a Trump esa noche. Si alguien como George López fuera parte del elenco, probablemente no lo harían".

Después de haber crecido en Rio Grande Valley, Texas, una ciudad fronteriza que es 80 por ciento hispana, con un 40 por ciento de la población viviendo en la pobreza, Susena asegura que los comentarios de Trump tienen consecuencias reales. "Él está normalizando [sentimientos anti-inmigrante]," dijo ella, "y por lo tanto, la legitimidad de iniciativas por parte de políticos para quitar varios derechos de inmigrantes".

En el último año, varios condados en Texas, incluyendo Río Grande, Dallas y Austin, han negado actas de nacimiento a niños nacidos en Estados Unidos si sus padres inmigrantes no pueden presentar ciertos documentos de identificación. Los funcionarios de estos condados ya no aceptan pasaportes extranjeros o tarjetas de identificación emitidas por el Consulado, a pesar de que son permitidas por la ley estatal.

Al otro lado de la calle, Trump tuvo un manojo de simpatizantes que demandaban la aprobación de una ley conocida como Ley Kate, reflejando y reforzando el sentimiento de criminalización de inmigrantes que Trump está fomentando en todo el país.

En Octubre, senadores republicanos, incluyendo a Ted Cruz y Marco Rubio, propusieron un proyecto de ley que efectivamente terminaría con las "ciudades santuario" en todo el país al retener fondos federales a estados que se nieguen a cooperar plenamente con los programas de deportación de ICE.

Incluido en el proyecto se encontraba la "Ley Kate", el nombre de una mujer de San Francisco que fue asesinada por un inmigrante, que impondría una sentencia obligatoria de prisión de cinco años para todos los inmigrantes indocumentados que re-ingresen al país.

Esta propuesta de ley, finalmente derrotada, fue nominada la "Ley de Donald Trump" por críticos que lo vieron como un intento oportunista de parte de estos candidatos presidenciales republicanos para seguir los pasos anti-inmigrantes que han sido trazados por el favorito Trump.

Fuera de los estudios de NBC, los manifestantes contrarrestaron las diatribas anti-inmigrantes que los simpatizantes de Trump gritaban, con gritos como "¡No somos criminales, somos trabajadores!" y "¡No cedan al miedo racista, los inmigrantes son bienvenidos aquí!''

Uno de los gritos más populares, "¡Dejen de entrevistar a los racistas!", fueron dirigidos a reporteros de televisión que pasaron más tiempo con los pocos simpatizantes de Trump que con los cientos de manifestantes en su contra.


LOS COMENTARIOS racistas de Trump, generalizando a todos los inmigrantes como criminales, han sido clasificados como discurso de odio inaceptable por muchos políticos y comentaristas, pero el hecho es que la política de inmigración del país, apoyada tanto por republicanos como por demócratas, se basa en la criminalización para justificar deportaciones masivas.

Aunque Barack Obama nunca ha acusado abiertamente a todos los inmigrantes de ser criminales, él ha creado e implementado algunos de los programas de control migratorio más estrictos en la historia del país, y ha deportado a miles de personas por violaciones civiles tan pequeñas como meterse al tren sin pagar.

Aunque miembros del Caucus Hispano del Congreso como Luis Gutiérrez criticaron la invitación de NBC a Trump, Ellin Jimmerson, del Huffington Post, señalo una contradicción importante:

El problema es que Gutiérrez, y America's Voice, una muy importante organización pro-inmigrante que también protestó la aparición de Trump en SNL, al igual que otros en la izquierda, apoyan vigorosamente "asegurar la frontera", en contra de gente pobre y trabajadores hispanos desplazados, con una mayor militarización de la frontera, la ampliación de un sistema de tráfico de personas sometidas a servidumbre a través de programas de trabajo temporales, y el llamado camino a la ciudadanía que requiere que un inmigrante en primer lugar se entregue a las autoridades del Departamento de Seguridad Nacional al aplicar.

Similarmente, los candidatos presidenciales del partido Demócrata, Hillary Clinton y Bernie Sanders, defienden la continuación de esta política de inmigración, sin la retórica racista de Trump, por supuesto.


LA OLA de protestas en contra de Trump y SNL, así como las peticiones y los llamados a boicots apoyados por actores latinos famosos, le recordó al país entero por una noche del potencial del movimiento inmigrante para luchar contra la xenofobia.

Pero es importante notar que el carácter defensivo de la protesta y el hecho que el programa continuó, exitosamente, es también un recordatorio de las derrotas que el movimiento inmigrante ha sufrido en los años de Obama.

La lista de derrotas es larga e incluye: una reforma migratoria fallida; la implementación de un nuevo Programa de Prioridad de Deportaciones que ha resultado en redadas a casas en estados como Illinois, Nueva York y California; un mandato federal de cuotas de camas para los centros de detención para mantener los niveles de deportaciones altos; y, más recientemente, la decisión por parte de un tribunal federal para retrasar la Acción Diferida para los Padres de ciudadanos estadounidenses.

Puede ser que los republicanos hagan amenazas, pero los demócratas hacen falsas promesas, y al final de cuentas, ambos son responsables por las actuales políticas migratorias.

Ahora, una reforma migratoria ya no es una posibilidad, a pesar de que los activistas continúan luchando contra una maquinaria de deportación reforzada y cientos de detenidos se encuentran en huelga de hambre en Texas y California para llamar la atención a condiciones inhumanas dentro de los centros de detención.

Si hemos de tomar algo bueno de la presencia de Donald Trump en SNL, es quizás que unió brevemente a muchas organizaciones y activistas en la realización de que la lucha por los derechos de los inmigrantes está lejos de terminar.

Si podemos aprender de nuestros errores y seguir reuniendo nuestras fuerzas para protestar la maquinaria de deportaciones, podemos ver el resurgimiento de un movimiento pro-inmigrante que pueda efectivamente desafiar a los candidatos presidenciales de ambos partidos en 2016 y su continua criminalización de los inmigrantes, para comenzar a poner un fin a la separación de millones de familias.

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