Protestas regresan a Brasil
El gobierno conservador del presidente, Michel Temer, se tambalea ante un escándalo de corrupción, mientras los trabajadores y estudiantes parecen haber encontrado nuevamente su voz y las calles, superando el período de confusión que siguió a la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), el año pasado. El 28 de abril, decenas de millones de obreros brasileños participaron en la mayor huelga general llevada a cabo en el hemisferio occidental, y una movilización nacional denominada Ocupa Brasilia, la capital federal de Brasil, para el 24 de mayo, será una gran muestra de fuerza contra la reforma neoliberal a l sistema de pensiones brasilero, planeada por Temer.
Gibran Jordão, 38, es un activista radicado en Río de Janeiro, donde participa en el Comité Nacional de Coordinación del Movimiento por una Alternativa Independiente y Socialista (MAIS). También es miembro del comité ejecutivo de la Federación Nacional de Empleados Universitarios Federales y miembro del Comité Ejecutivo Nacional de CSP-Conlutas, una coalición de sindicatos liderados por la izquierda. Jordão fue entrevistado por Todd Chretien, con la colaboración de Waldo Merlemstein, de MAIS, quien tradujo del portugués al inglés.
EL 28 DE ABRIL, los trabajadores brasileños participaron en una huelga masiva de un día contra los planes del gobierno de Temer de aplicar medidas de austeridad aún más estrictas. Por favor, describe para nuestros lectores el tamaño y el alcance de la huelga.
EN 2016, después del golpe parlamentario contra Dilma Rousseff, el gobierno de Temer se lanzó a la ofensiva y comenzó a implementar un paquete de austeridad tan severo que, en la práctica, significó el desmantelamiento de la Constitución de 1988 [establecida tras la caída de la dictadura militar] y la Consolidación de las Leyes del Trabajo (CLT) [código laboral brasileño].
El gobierno de Dilma intentó implementar contra-reformas parciales, pero fracasó debido a la grave crisis política que azotó a su gobierno frente-populista.
El movimiento sindical se encontraba dividido el año pasado, incapaz de desarrollar un calendario de luchas unificado. Una huelga contra una enmienda constitucional congelando la inversión social por 20 años se limitó al sector de la educación, y terminó en la derrota.
Pero este año, las cosas cambiaron. Una oleada de oposición creció contra los planes de austeridad de Temer, encontrando expresión en la movilización feminista del 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, y luego, en las protestas del 15 de marzo que trajeron cientos de miles a las calles en las principales ciudades de Brasil.
Y el 28 de abril estalló la huelga general de un día. En un frente unido, todas las centrales sindicales convocaron una huelga general que cerró fábricas, refinerías, bancos, el comercio, el transporte público, escuelas y universidades. Y ahora, una gran marcha hacia Brasilia, el 24 de mayo, también organizada en un frente unido, contra la sollamada reforma a las pensiones y el código laboral, así como contra la tercerización.
Ahora, en la víspera de la marcha de Brasilia, nuevos cargos de corrupción están golpeando al gobierno de Temer, abriendo la mayor crisis política desde su toma de posesión, una que podría llevar a su caída. Esto llevó a los dirigentes sindicales, reunidos el 19 de marzo, a acordar que la orden del día es derribar al gobierno y sus reformas.
¿CUÁLES FUERON los sindicatos y las organizaciones de masas más importantes detrás de la huelga? ¿Qué papel desempeñaron las federaciones sindicales como la Central Única de Trabajadores (CUT) y la Central Sindical y Popular--Coordinación Nacional de Luchas (CSP-Conlutas) en la convocatoria y organización de la huelga?
LA UNIDAD entre las federaciones sindicales y los movimientos populares trajo a todo el movimiento obrero brasileño a planificar de la huelga general contra las reformas de Temer. Este proceso fue un salto cualitativo en el marco de la resistencia, en lo que había sido hasta entonces una situación defensiva.
Sin exagerar, podemos decir que, de una manera general, la CUT lidera el proceso y, por tanto, tiene sus limitaciones. Estas fuerzas están tratando de subordinar el movimiento a la estrategia de re-elegir al ex presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, en las elecciones nacionales del 2018, y reiniciar así un gobierno de conciliación de clases.
Pero en todo caso, hubo una poderosa unidad entre todos los sectores del movimiento social brasileño, permitiendo que las paralizaciones y manifestaciones de ese día esparcirse como sangre en las venas del país, y llegar a ciudades grandes, medianas y pequeñas.
CSP-Conlutas es una coalición sindical minoritaria, pero capaz de desempeñar un papel muy importante en los paros del sector público, las escuelas, las universidades y algunos sectores de la industria, como las fábricas de São José Dos Campos, trabajadores de la construcción en algunas ciudades y trabajadores de carreteras en Fortaleza, entre otros.
¿SE EXTENDIÓ la huelga más allá de las secciones mejor organizadas de la clase obrera brasileña? ¿Atrajo en sectores no organizados? ¿A los pobladores de las favelas, a agricultores y trabajadores agrícolas, estudiantes, y otros movimientos sociales?
ADEMÁS DE las principales centrales sindicales, el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) y el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) desempeñaron un papel crítico en la movilización de trabajadores que, junto con el movimiento sindical, contribuyeron a difundir la huelga a diferentes sectores laborales.
También fueron decisivos en la jornada de lucha los bloqueos y demostraciones en las carreteras, agregando mucha visibilidad a la huelga general. Sólo en la ciudad de San Pablo hubo 50 bloqueos de carreteras en la madrugada del 28 de abril.
¿CÓMO REACCIONARON las autoridades, los patrones y los medios de comunicación?
INICIALMENTE, ELLOS intentaron hostigar, deslegitimar e ignorar el movimiento para minimizarlo o afirmar que no tenía mucho apoyo.
Pero estos intentos de los gobiernos, patrones y medios fueron todos en vano. El poder de la huelga general pisoteó a cualquier persona que trató de impedirlo, obligando a los grades medios de comunicación a cubrir las paralizaciones y protestas que tuvieron lugar durante todo el día, el 28 de abril. ¡Fue un día histórico!
RETORNANDO A la contingencia política más amplia, quiero preguntar sobre las diferentes fuerzas políticas en Brasil hoy. Comencemos con la derecha y la burguesía bajo Temer, quien, desde que asumió el cargo, tras el enjuiciamiento de Dilma, se ha embarcado en una serie de drásticas medidas de austeridad y ataques contra los derechos democráticos básicos. Algunos de sus partidarios incluso elogian abiertamente la pasada dictadura militar. ¿Cuáles es el principal objetivo de Temer, y de la clase dominante brasileña unida detrás de su administración?
TODO ESTÁ ocurriendo muy rápidamente en Brasil. La unidad de la burguesía con el gobierno, fuerte hasta hace unos días, ya no existe.
El gobierno de Temer, cuyo objetivo era profundizar y acelerar las reformas neoliberales, ahora está perdiendo la confianza de gran parte de la burguesía nacional e internacional, principalmente por los cargos presentados por JBS [la mayor empresa procesadora de carne del mundo, cuyo heredero grabó la conversación con Temer al centro del escándalo de corrupción que lo envuelve] con la Corte Suprema de Brasil.
En este momento, debido a las movilizaciones y las huelgas, las divisiones se están profundizando entre la burguesía. El gobierno de Temer está suspendido en el aire, y hay una muy buena probabilidad de que caiga en los próximos días. Queda por ver será por algún acuerdo, o si el proceso será violento.
¿QUÉ HAY del Partido de los Trabajadores? El PT fue fundado como una expresión política del movimiento obrero brasileño y logró elegir dos veces a Lula, un ex trabajador metalúrgico, y luego a Rousseff dos veces. Fue alabado por la reducción de la pobreza, la expansión de la educación para los pobres y la mejora de la nutrición para los que viven en la pobreza extrema. Sin embargo, cuando la derecha removió a Dilma, el PT había entrado en una profunda crisis. ¿Puedes explicar el estado del PT?
EL PT desempeñó un papel progresivo durante los años ochenta. Fue el producto de huelgas y de una reorganización que ocurrieron al mismo tiempo que el movimiento de masas iba a la ofensiva para derrocar la dictadura militar.
Pero, así como el PT obtuvo éxitos electorales en ayuntamientos, el parlamento y eventualmente a nivel federal, se adaptó a un modus operandi que la derecha del partido siempre utilizó para facilitar una relación promiscua entre el Estado y la gran burguesía.
Además, el PT no se atrevió a realizar ninguna reforma estructural. Por el contrario, mientras la economía creció [sustentada por un auge en los precios de las materias primas], el PT empleó medidas sociales compensatorias para mantener la popularidad de Lula. Pero tan pronto como la crisis económica llegó a Brasil, precipitó una crisis política, y el gobierno de Dilma se encontró paralizado. No pudo satisfacer las demandas de los trabajadores, ni logró impulsar de manera satisfactoria los planes en interés del capital.
El resultado fue una pérdida de apoyo popular y una crisis en la base entre sus aliados sociales, lo que transformó al PT en un gobierno vulnerable y frágil. Esto creó las condiciones bajo las cuales los sectores pro-golpistas de la oposición pudieron actuar y triunfar [enjuiciando y removiendo a Dilma y llevando Temer a la presidencia].
¿CREES QUE la huelga del 28 de abril permitirá al PT recuperarse?
EL PT está agotado y ha sufrido fuertes derrotas; no sólo con el enjuiciamiento de Dilma, sino también pérdidas en las últimas elecciones municipales. Pero es un error decir que el PT está acabado, o que podamos decir que la experiencia del lulismo ha sido superada.
El PT nunca perdió su posición el movimiento sindical y en social. Sigue siendo mayoritario en esos sectores. Asimismo, dada la crisis de Temer y su intención de destruir los derechos sociales históricos en un país con 14 millones desempleados, los trabajadores recordarán el período de crecimiento económico experimentado durante los dos mandatos de Lula en el poder.
De hecho, Lula lidera hoy en todas las encuestas para las próximas elecciones presidenciales y el PT está experimentando un proceso de recuperación por su papel en liderar la lucha contra el gobierno de Temer.
LA MAYORÍA de la izquierda revolucionaria brasileña participó en la fundación y desarrollo del PT, pero a lo largo de los años, diferentes corrientes lo han dejado, e iniciado nuevos proyectos políticos, en protesta contra el alejamiento de los objetivos originales del partido, por parte del liderazgo del PT. Además, varios movimientos sociales importantes se han organizado independientemente, o parcialmente independientes, del PT, incluyendo MTST y CSP-Conlutas. ¿Puedes describirnos estas fuerzas a la izquierda del PT?
HOY, LA izquierda socialista a la izquierda del PT enfrenta un desafío dramático. Ninguna corriente socialista tiene influencia de masas, y las más importantes han sufrido algún grado de crisis y fragmentación.
Esto significa que, políticamente, una polarización está ganando terreno y comenzado a consolidarse entre el viejo PT y la ultra-derecha, representada por el congresista Jair Bolsonaro [quien notoriamente rindió homenaje en la Asamblea Nacional al jefe de torturas de la dictadura militar y le gritó a una congresista del PT: "No te violaría porque no vales la pena". TC]
Las tendencias sectarias y oportunistas son un obstáculo para el desarrollo de un tercer campo en este momento. El PSTU (Partido Socialista de los Trabajadores Unificado) se opone a la construcción de un Frente de Izquierda y Socialista, y lucha conscientemente contra ese frente, apostando todo a su propia autoproclamación. Al mismo tiempo, hay tendencias dentro de la izquierda que insisten en un camino electoralista y en la conciliación de clases.
El desafío que enfrenta la izquierda socialista es demostrar que puede superar el petismo y tener el coraje de presentar una alternativa. Como mínimo, el Partido Socialista y de la Libertad (PSOL), el Partido Comunista de Brasil (PCB), el PSTU y otros movimientos sociales y organizaciones políticas cuyos proyectos políticos son diferentes al PT deben unirse en un frente.
DADA LA escala de los ataques de Temer, la izquierda brasileña debate sobre si la única manera de derrotar a la derecha es unirse detrás del PT en las elecciones presidenciales de 2018. ¿Cuál es tu opinión? ¿Es aún el PT una defensa contra la derecha? ¿O, es hora de construir un nuevo partido político?
NO ESTAMOS a favor de repetir la experiencia colaboracionista del PT.
Si Lula no es encarcelado o no pierde su derecho a postularse como candidato político, el PT tendrá la oportunidad de recomponerse, pero lo hará en un marco o programa que sirve a los intereses del capital.
La izquierda de Brasil debe realizar una evaluación minuciosa de la experiencia del PT en el gobierno y dónde esto nos ha dejado. El golpe parlamentario, la aprobación de políticas que atacan directamente los derechos sociales y democráticos, y la difícil situación en la que se encuentra hoy la izquierda, son todos subproductos del método de gobierno del PT. Repetir eso hoy, en medio de una crisis económica mundial, podría ser aún más catastrófico.
Como mencioné antes, el reto para la izquierda socialista es dejar atrás la marginalidad, unificar diferentes partidos y corrientes y construir un programa anticapitalista que pueda ganar una audiencia de masas. Esta es la lucha política que nosotros en MAIS queremos avanzar.
El PSOL tiene una importante responsabilidad en esta perspectiva. La presión sobre el movimiento de capitular al lulismo es muy fuerte, pero sólo podemos combatir con éxito si nos oponemos a cualquier proyecto de colaboración de clase y presentamos una alternativa libre de sectarismo, hegemonismo y auto-proclamaciones.
A PESAR del derrocamiento de Dilma, de la austeridad y del desorientador impacto de la crisis del PT, la clase obrera brasileña parece tener una capacidad única de movilización. Algunos en la izquierda han argumentado que el neoliberalismo ha desorganizado tanto a la clase obrera que los socialistas deben buscar en otras partes el poder social anticapitalista. ¿Cómo han conservado los trabajadores brasileños su alto grado de organización y militancia?
CON LA crisis económica de 2008, la ofensiva de la burguesía europea contra el bienestar social generó muchas luchas y poderosas resistencias en muchos países, incluyendo huelgas generales, especialmente en Grecia.
Cuando la crisis golpeó Brasil y cuando bajo los gobiernos de Dilma y Temer aumentaron los ataques a los derechos sociales y democráticos, hubo mucha razón para esperar que la clase obrera brasileña se levantara para luchar, para resistir.
Tenemos una historia marcada por muchas luchas, pero formar un frente unido entre las centrales sindicales en una acción unificada con los movimientos sociales y juveniles fue decisivo. La unidad del movimiento enfocó toda la indignación contra el gobierno y sus reformas, y esto nos dio la esperanza de poder derrotar a Temer y derribarlo.
¿CÓMO VES la relación entre las luchas defensivas de corto plazo, por ejemplo el llamado a nuevas huelgas contra la austeridad, y la construcción de un partido político obrero y de masas a la izquierda del PT?
ESTA PREGUNTA es difícil, y daré mi punto de vista personal sobre el tema.
Hoy en día, es difícil imaginar la construcción de una nueva organización política que unifique a todas las organizaciones legalmente registradas que están a la izquierda del PT. El PSOL cumple este papel hasta cierto punto, pero tiene limitaciones. Tal vez la experiencia en Río de Janeiro, donde Marcelo Freixo, candidato a alcalde por el PSOL, obtuvo aproximadamente el 40 por ciento de los votos, es la más cercana que hemos tenido a nivel nacional para lograr una influencia masiva.
Pero el proceso todavía está en marcha, y hay muchos elementos sobre los que no tenemos mucho control. De hecho, una parte de la ofensiva de la burguesía es reformar nuestro sistema político, imitando las elecciones en Estados Unidos, que cierra espacios para la izquierda. No sabemos si tendrán éxito, pero un sector de la judicatura parece dispuesto a destruir el sistema político.
Si por lo menos conseguimos los Frentes Socialista y de Izquierda salgan a las calles de todo el país, inspirándose en la experiencia del Frente de izquierda y de los Trabajadores (FIT) en Argentina, sería un primer paso muy importante.
FINALMENTE, LA administración Obama mantuvo una larga y amistosa relación con Lula y Dilma, pero también respaldó a Temer. La elección de Donald Trump en Estados Unidos ha energizado la derecha populista en varios países, pero el apoyo abierto a Trump también trae consigo una serie de problemas. ¿Cómo ha reaccionado la derecha brasileña a Trump, y existe el peligro de un retorno a un Estado autoritario, e incluso militarista, en Brasil?
LA ULTRA derecha en Brasil mira la elección de Trump con mucha simpatía. Bolsonara elogió la postura de la campaña de Trump de confrontar todo y todo el mundo, y dice que está dispuesto a hacer lo mismo en Brasil. Pero no creo que la derecha en Brasil esté unificada en torno a la elección de Trump. Por ejemplo, Rede Globo, la mayor corporación de medios de comunicación de Brasil, estaba claramente en contra de Trump.
Tampoco veo una solución autoritaria a la crisis, incluida una intervención militar, como una prioridad para la burguesía brasileña, incluso si apuntan a cerrar algunas de las puertas y ventanas del régimen.
De hecho, esto ya se está haciendo. Por ejemplo, la nueva ley antiterrorista, las prohibiciones contra los funcionarios en huelga, las acciones autoritarias de la judicatura y el intento de reformar el sistema político para restringir la capacidad de la organización a expresarse políticamente, son ejemplos de algunas medidas puestas en práctica en Brasil.
Todas y cada una de las luchas de la clase obrera en la actualidad también deben defender y ampliar los derechos democráticos. En definitiva, nos encontramos viviendo en un momento histórico. La lucha de clase que se desarrolla hoy definirá el futuro de toda una generación.
Traducido, de la transcripción en portugués, por Orlando Sepúlveda.