No más polimigra en Alamance

July 12, 2018

Airadas protestas respondieron a la noticia de que un alguacil de Carolina del Norte podría volver al negocio de la deportación. Mara García Viloria y Joel Sronce explican.

NI SIQUIERA el Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ, por sus siglas en inglés) tuvo dudas de llamar Terry Johnson un racista.

Johnson, el alguacil del condado de Alamance, entre Greensboro y Raleigh-Durham, en Carolina del Norte, dirige un departamento que el DOJ acusa de “estar involucrado en un patrón o práctica de vigilancia policial inconstitucional”, incluyendo “una cultura de discriminación contra Latinos”.

Por ese motivo la colaboración del alguacil con el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) por medio del programa 287(g) — que permite a policías locales adquirir autoridad para aplicar la ley de inmigración dentro de su jurisdicción — fue suspendido.

ICE considera este programa una de sus iniciativas más importantes, por lo que no cabe duda alguna que la evidencia de discriminación racista que hizo que el Alguacil Johnson fuera expulsado del programa era rotunda.

Protesters rally in Graham, North Carolina, against the anti-immigrant 287(g) program

Pero ahora, el archi-racista Fiscal General Jefferson Beauregard Sessions III está a cargo del DOJ, y por supuesto, él quiere al alguacil Johnson de vuelta al negocio de la deportación.


SEGÚN UNA investigación realizada por la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, los registros de arrestos del Departamento del Alguacil del Condado de Alamance entre 2007 y 2011 revelan que 2.109 personas fueron interrogadas bajo el programa 287 (g), y 1.622 procedimientos de deportación fueron iniciados.

Compare eso con el cercano condado de Durham, donde la población es 50 por ciento más grande, pero sólo 430 inmigrantes fueron traídos para ser interrogados bajo 287 (g) y 106 fueron procesados para ser deportados, durante aproximadamente el mismo período de tiempo.

El condado de Alamance tiene menos de 17.000 residentes Latinos, por lo que Johnson es culpable de deportar a casi el 10 por ciento de la población latina del condado.

Según un informe del DOJ emitido en 2012, los Latinos fueron hasta 10 veces más probables de ser detenidos que otros conductores. “Las actividades discriminatorias son intencionales y están motivadas por los prejuicios del alguacil contra los Latinos”, afirma sin rodeos el informe.

¿Qué tan prejuicioso? Una acusación del Departamento de Justicia citó a Johnson, quien ha sido alguacil desde 2002, diciendo a los agentes en un puesto de control “salgan y tráiganme algunos de esos come-tacos”.

En 2012, la revista The New Yorker comparó a Johnson con Joe Arpaio, el odioso ex alguacil del condado de Maricopa, Arizona, famoso por jactarse de usar tiendas de campaña para alojar a los presos, en condiciones descritas como similares al campo de prisioneros que EE. UU. mantiene en Guantánamo.

Arpaio fue declarado culpable de desacato criminal por un juez federal en relación con las sistemáticas violaciones de los derechos civiles de, y negligencia fatal hacia los encarcelados.

Por supuesto, él fue perdonado el año pasado por nada menos que Donald Trump, dando una clara indicación sobre la prioridad que los derechos civiles tienen en la Casa Blanca de Trump.

Inevitablemente, como informó Indy Week, de Carolina del Norte, “después de que Jeff Sessions asumiera el control del DOJ, este solicitó a la oficina del alguacil [del condado de Alamance] reincorporase al programa 287 (g)”.

Y ahora, seis años después de ser expulsado del programa, el alguacil Johnson ha aplicado al programa otra vez, bajo una administración que ha normalizado el racismo.


A MEDIADOS de junio, más de 150 personas se reunieron afuera del Tribunal J.B. Allen Jr. en Graham, Carolina del Norte, para enviar un mensaje de resistencia contra el alguacil Johnson y el programa 287 (g).

Entre los oradores estuvo, Gerónima, cuyo esposo fue detenido recientemente por ICE. Ella dijo: “¡Estoy aquí para decir yo no quiero 287(g)! Yo no quiero que otras familias pasen por este dolor, porque es un dolor muy grande que separen a las familias, ellos no piensan en eso, no les importa”.

Los manifestantes vestían camisetas representando a grupos de activistas de toda la región, incluyendo Mijente, una organización que aboga por las familias que han sido víctimas de ICE; Siembra NC, un grupo local de derechos de inmigrantes; Down Home NC, un proyecto de organización de la comunidad; Operación Transparencia, una iniciativa de responsabilidad policial basada en Greensboro; la Asociación de Educadores de Carolina del Norte; la Organización Internacional Socialista (ISO, por sus siglas en inglés); y más. La protesta también marcó la parada de una gira nacional organizada por Mijente bajo el nombre “Chinga la Migra”.

Otro orador, Matt Casella, un profesor de química de la escuela secundaria en el condado de Alamance y miembro de la ISO de Greensboro, recordó lo que había escuchado en la audiencia del presupuesto de los comisionados del condado unos días antes: “El condado de Alamance dice que no tiene dinero para gastar en educación pública, pero de alguna manera tiene dinero para gastar en el programa 287 (g). ¿Este condado quiere apoyar a la comunidad que vive aquí o quiere arrestar a su propia gente? Si no podemos financiar nuestras escuelas públicas, entonces definitivamente no podemos financiar el programa 287 (g)”.

Muchos de los estudiantes latinos de Casella ya han tenido problemas para encontrar transporte escolar, mientras que otros también hacen malabares hacer sus tareas escolares y trabajar para apoyar a sus familias. La restitución de 287 (g) hará su lucha diaria más pesada y llena de temor y peligros.

Entre las animadas canciones de una banda de mariachis que salieron en apoyo de los manifestantes, los protestantes gritaron una variedad de consignas. Entre los favoritos del público estaban: “Si quieres tacos, tacos te damos” y “Querías tacos y aquí estamos”.

Como si de la nada, apareció una bandeja de tacos, completa con banderitas que decían “No 287 (g)”, y los manifestantes decidieron marchar la corta distancia entre el juzgado y el centro de detención para entregársela al alguacil Johnson.


FUERA DE LA corte en Graham se encuentra un monumento dedicado a los soldados del condado de Alamance que murieron en las guerras de EE. UU., incluyendo la Guerra Civil, en la que Carolina del Norte, por supuesto, luchó del lado de la Confederación, con una inscripción que conmemora a aquellos que “murieron en defensa de nuestra libertad”.

Pero a diferencia de los “héroes” confederados que lucharon para mantener la institución de la esclavitud, los partidarios de los derechos de los inmigrantes se reunieron en el tribunal el 13 de junio para luchar en defensa de la libertad.

Ya sean inmigrantes o no, entienden que su propia liberación está ligada a la liberación de todas las demás personas.

Cuando terminó el mitin, los mariachis cantaron “Cielito Lindo”, y el resto los acompañó:

Ay, ay, ay, ay,
Canta y no llores,
Porque cantando se alegran,
Cielito lindo, los corazones.

La canción nos pide que cantemos y no lloremos, ya que cantar, como la solidaridad, el apoyo y la lucha, fortalece nuestros corazones.

Aún queda que los comisionados del condado voten sobre el plan de Johnson para reincorporarse al programa 287 (g), y esa decisión dará forma a la próxima etapa de esta lucha. Pero independientemente del resultado, enviamos un mensaje de desafío contra el odio racista, y probamos nuevamente que mientras estamos juntos, somos más fuertes.

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