Apoyemos a la mujer tejana
Una lucha, tan grande como Texas mismo, está galvanizando apoyo y solidaridad en favor del derecho a optar por un aborto en todo Estados Unidos.
TODOS LOS ojos sobre Texas, donde en una sesión especial convocada prácticamente con ese propósito, los legisladores aprobaron una ley con amplias restricciones sobre el derecho de la mujer al aborto --pero sólo después de ahogar la determinada, continua y muy ruidosa oposición de las mujeres tejanas.
La ley anti-mujer reducirá drásticamente el acceso al aborto en el estado y cuestiona el derecho federal establecido por la decisión Roe vs Wade de la Corte Suprema de EE.UU. en 1973.
Algunos comentaristas mediáticos actúan como si la obsesión de los republicanos tejanos por esta ley es producto del inherentemente reaccionario, a veces secesionista, retraso del estado sureño. Sin embargo, Texas es sólo uno de los muchos estados que han aprobado o contemplan aprobar leyes similares --de hecho, la versión tejana es moderada, en algunos aspectos, comparada aquellas en Dakota del Norte, Arizona y otros lugares.
Lo que diferenció la lucha en Texas fue la resistencia, proverbialmente tejana en magnitud ("todo lo de Taxas es grande"), que detuvo la legislación de ser aprobada la primera vez, cuando la ahora famosa "obstrucción del pueblo" impidió que el Senado estatal votará antes del plazo de la medianoche del 24 de junio.
Esta resistencia ha alimentado un sentimiento nacional a favor del derecho a optar por un aborto y en contra al ataque sobre los derechos reproductivos de la mujer. Hoy, 15 de julio, las mujeres de Texas, y sus aliados, se unirán una vez más en contra de la ley, y su acción será observada por activistas en protesta y solidaridad, en eventos planeados en ciudades de todo el país.
LA VERSIÓN de la Cámara Baja de ley la anti-aborto fue aprobada el miércoles 10 de julio. El viernes a la trasnoche, el Senado aprobó la medida.
La legislación tendrá un grave efecto sobre el acceso a servicios de salud reproductiva. La ley impone normas imposibles e innecesarias a las facilidades médicas que conducirán a la clausura del 88 por ciento de los centros de salud que en la actualidad practican abortos, entre otros servicios; sólo cinco de los 42 proveedores de aborto tendrán la capacidad de mantener sus puertas abiertas.
Estos cierres potencialmente podrían dejar decenas de miles de mujeres y hombres sin acceso a clínicas en las que dependen para exámenes regulares de salud reproductiva y servicios de planificación familiar. Para muchas mujeres de bajos ingresos, de la comunidad LGBTQ y de color, estas clínicas son el único lugar donde pueden acceder a una atención médica, del todo.
Los republicanos afirman que las nuevas normas son necesarias para asegurar que la mujer que desee interrumpir un embarazo reciba una atención de primer nivel. Pero su real desprecio por las mujeres ya ha sido demostrado por el efecto devastador que los recortes presupuestarios ya han tenido.
En 2011, el estado recortó los fondos para la planificación familiar en dos tercios y prohibió el uso de fondos del Medicaid estatal para recibir atención en clínicas de Planned Parenthood. Esta carnicería presupuestaria forzó el cierre de 60 centros de salud.
Si los republicanos estuvieran de verdad interesados en la salud y el bienestar de la mujer y sus familias, podrían empezar por financiar una educación sexual integral; actualmente, 94 por ciento de los distritos escolares de Texas basan sus programas en "abstinencia solamente". O podrían ampliar Medicaid y otros programas que proporcionan a las mujeres y los niños pobres con los servicios que requieren. En cambio, Texas impuso pruebas de drogas a beneficiarios de asistencia el año pasado, lo que castiga a víctimas de abuso de sustancias con una veda permanente a recibir ayuda en alimentos, ropa y refugio.
Los republicanos también afirman que la ley protegerá la santidad de la vida. Pero Texas es la capital de la pena de muerte en EE.UU., donde 1.251 personas han sido ejecutadas en la era moderna de la pena capital. Y mientras los legisladores regulan las opciones reproductivas de la mujer, la falta de regulación sobre lugares de trabajo colaboró con la explosión en abril de la planta West Fertilizers Co. en West, Texas, que cobró 14 vidas e hirió a otras 200 personas.
En realidad, la ley anti-aborto tiene por objeto la eliminación de las conquistas históricas del movimiento femenino, incluyendo el derecho clave para la mujer de controlar su propio cuerpo y vida.
Desafortunadamente, Texas no está sola. Los legisladores estatales de todo el país están imponiendo restricciones cada vez más draconianas sobre el derecho al aborto.
Recientemente, Ohio coló medidas anti-aborto en una ley de presupuesto que requerirá a los médicos a informar a una mujer que busca un aborto de la existencia de un latido del corazón fetal, y hacer que las mujeres paguen por su propia ecografía antes de poner fin a un embarazo. Ecografías y controles de latidos fetales son muy populares entre los legisladores derechistas, pero no tienen justificación médica alguna. Su único propósito es contribuir a coaccionar a una mujer a reconsiderar tener un aborto.
Otros estados han incluso ido más lejos. Dakota del Sur especifica que los proveedores de salud deben desinformar a las mujeres embarazadas que los abortos conducen a la infertilidad. Seis estados, Texas inclusive, requieren consejería que sugiere que el aborto puede aumentar el riesgo de cáncer mamario, otra afirmación que carece de fundamento médico.
Más de la mitad de todos los estados de EE.UU. han aprobado leyes TRAP, o Regulación Específica a Proveedores de Aborto, de acuerdo con un reciente informe del Instituto Guttmacher. Estas medidas tienen como objetivo cerrar los centros de salud que no cumplan con arbitrarias y costosas normas. La gran mayoría de los abortos se lleva a cabo fuera del ámbito hospitalario, y menos de 0,3 por ciento de las pacientes experiencia una complicación que requiera hospitalización, dice el estudio.
Pero una vez más, la salud de la mujer no es la verdadera preocupación. Un estado tras otro, los legisladores anti-opción están tratando de poner el aborto prácticamente fuera de alcance, lo que hace del derecho de la mujer a tener un aborto, garantizado por Roe vs Wade, un punto mudo para muchas.
Los estados también están testeando las aguas para un desafío legal al aborto, por completo. La ley de Texas de prohíbe el aborto después de 20 semanas de embarazo, una más entre una entre una serie de recientes propuestas estatales que buscan socavar la protección del derecho al aborto hasta la viabilidad fetal, generalmente considerada ser las 24 semanas de embarazo.
En marzo, Dakota del Norte aprobó el límite más extremo del país, potencialmente prohibiendo abortos después de sólo seis semanas de embarazo, es decir, justo en el momento en que la mayoría de las mujeres saben por seguro si están embarazadas. El gobernador Jack Dalrymple llama la ley "un intento legítimo por una legislatura estatal para descubrir los límites de Roe vs Wade".
ESTE ASALTO nacional sobre los derechos reproductivos de la mujer explica el masivo flujo de apoyo a la convocatoria de "Apoyar a las mujeres de Texas".
Durante la primera sesión extraordinaria de la legislatura de Texas, unas 200.000 personas sintonizaron la cobertura LiveStream del discurso de 11 horas de la senadora demócrata Wendy Davis que buscaba dilatar la aprobación de la ley. Espectadores de todo el país aplaudieron junto con los manifestantes atochados en el Capitolio, quienes alzaron sus voces en una "obstrucción popular" que impidió a los senadores votar antes del plazo de la medianoche.
Dos protestas en el primer día de la sesión, 1° de julio, atrajeron a más de 10.000 personas. Miles regresaron al Capitolio para ofrecer testimonio o registrar su oposición al proyecto de ley. Las protestas han tenido un claro efecto en la opinión pública; más tejanos estaban opuestos a la legislación que quienes la apoyan, y el 80 por ciento dijo que estaba en contra de usar de una sesión especial de la legislación para aprobar un proyecto de ley que ya había fracasado.
Activistas en Texas han llamado a un día nacional de solidaridad para hoy, lunes 15 de julio. Este es un llamado para todo aquel que defienda los derechos de la mujer. Los ataques como el que la legislatura tejana está a punto de cometer pueden ser observados en todo el país.
Esta es una lucha de todos y todas, y en solidaridad con quienes luchan ahora en Texas, podemos empezar a revertir la ola hacia nuestro favor.
LA DESAFIANTE táctica dilatoria de Wendy Davis el mes pasado fue una refrescante excepción al comportamiento general de los políticos demócratas, tanto a nivel nacional como estatal, que defienden el derecho de la mujer al aborto de la boca para afuera, pero que rutinariamente hacen concesiones en la práctica. Davis acertadamente declaró que la lucha no acabaría si los republicanos, como se esperaba, pasaran la legislación anti-aborto. "No creo que sea el final", dijo. "Es el comienzo de una batalla."
Pero los partidarios del derecho al aborto tienen que aprender de esta batalla para las luchas por venir.
Algunos demócratas en la Cámara Baja, Senfronia Thompson y otros, trajeron perchas y trementina al piso del debate para apelar por una enmienda que conceda excepciones al límite de 20 semanas de embarazo para las víctimas de violación e incesto, utilizándolos para dramatizar las acciones, potencialmente mortales, que las víctimas de estas circunstancias podrían tomar si no tienen acceso a abortos seguros y legales.
El gesto fue torpedeado rápidamente por los republicanos que se negaron a considerar las enmiendas. Pero el argumento adolece la estrategia favorita de los demócratas de reducir el debate a circunstancias extremas. Esta defensa estrecha del derecho al aborto ha permitido a la derecha dominar el debate cada vez más, carcomiendo la idea de que el acceso al aborto es un derecho de toda mujer.
Por el contrario, la erupción de los activistas en Texas, en favor del aborto sin excusas, ha refrescado las energías de nuestro lado. En una forma muy real, ellos y ellas proporcionaron a Davis el apoyo necesario para llevar a cabo su maniobra obstruccionista, y luego terminaron el trabajo cuando los republicanos, usando trucos sucios, la silenciaron.
Por otra parte, la enorme presencia femenina a favor del aborto ha demostrado lo importante que es la libertad reproductiva para su vida práctica. Miles de residentes tejanos han demostrado que no querían esperar a ir a las urnas el próximo año y sacar a los republicanos --si eso es del todo posible en un estado en el que el los republicanos está utilizando todos los medios a su alcance para garantizar su mayoría.
El pueblo de Texas intentó interferir los planes de los ricos y poderosos. Quienes marchan y protestan siguen los pasos de una generación de mujeres y hombres que tomaron su demanda por aborto seguro, legal y accesible a las calles, obligando a la Corte Suprema de Justicia a reconocer el aborto como un derecho constitucional en 1973.
En una carta abierta llamando a apoyar el día nacional de acción de hoy, un grupo de activistas y académicos declaró:
Creemos firmemente que si nos paráramos para ser contados, las fuerzas pro-aborto en este país superarían las fuerzas de la reacción. En este sentido es que hacemos un llamado a todas las personas que crean en el derecho de la mujer al aborto a ponerse de pie y ser contado...
Creemos que es posible recuperar nuestros derechos, pero sólo si asumimos la lucha en la forma en que la gente lo ha hecho en Brasil, Egipto y Grecia: entendiendo que la protesta popular tiene la capacidad de cambiar lo que una pequeña minoría de personas imponen bajo la ficción de legalidad.
La sesión especial de Texas puede ser recordada como un punto crítico para los derechos de las mujeres en todo el país, si aprendemos que no podemos esperar que los demócratas se pongan de pie por nosotros, pero que tenemos el poder de elevar nuestras propias voces y actuar.
Traducido por Orlando Sepúlveda