Rebelión en Catatumbo

July 30, 2013

Gabriel Chaves explica los antecedentes de protestas campesinas en Colombia.

EN LA boca del Catatumbo, un río que divide Colombia de Venezuela, un singular fenómeno natural acontece sobre la marisma, donde el río desemboca en el Lago de Maracaibo. Cada otra noche, casi con regularidad, el cielo de esta pequeña área se ilumina con de relámpagos --unos 20.000 por noche. Se dice que los rayos del Catatumbo traicionaron al pirata inglés Sir Francis Drake cuando trató de asaltar los puertos españoles en el siglo 16.

Hoy en día, río arriba, al lado colombiano del Catatumbo, otro tipo de tormenta mantiene al país en vela.

Desde el 10 de junio, más de 16.000 campesinos se han movilizado hacia las ciudades de Ocaña y Tibú para solicitar el establecimiento de una Zona de Reserva Campesina (ZRC) --una designación legal que otorgaría a la región un plan de desarrollo rural. Las protestas han surgido en una región tradicionalmente controlada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la insurgencia armada más antigua del continente con casi medio siglo de existencia.

Colombian campesinos protest in the Catatumbo region

Los campesinos exigen al gobierno reducir la erradicación de la coca --un cultivo tradicional en la región que el gobierno quiere eliminar, bajo la presión de Washington-- a menos que además proporcione asistencia para cultivos alternativos.

El retorno por la venta de un kilo de hojas de coca es 1.500 veces mayor que el de un kilo de cacao. Los cultivos legales no son económicamente viables debido a una serie de acuerdos de libre comercio, en particular con Estados Unidos, que han deprimido el precio de los productos agrícolas básicos. Para los campesinos, el cultivo de la coca sigue siendo la única manera de mantenerse a flote en un difícil entorno económico.

El 22 de junio, la policía antidisturbios disparó contra los manifestantes, dejando cuatro muertos y 50 heridos. César Jerez, un líder de los campesinos, anunció la existencia de videos que, según él, responsabiliza a la policía de la muerte de dos manifestantes. Al menos 10 agentes de la policía resultaron heridos en el enfrentamiento.

El gobierno insinúa que las FARC están detrás de las protestas. Si es así, entonces no es cierto que, como afirman los gobiernos colombiano y estadounidense, la guerrilla tiene poco apoyo entre los campesinos.

Los campesinos intentaron negociar un acuerdo. Líderes campesinos habían acordado ir a Bogotá, la capital colombiana, para hablar con el presidente Juan Manuel Santos, pero la reunión fue cancelada después de que Santos rechazara confirmar su presencia. Los campesinos declinaron negociar con el ex alcalde de Bogotá, Luis Eduardo Garzón.


ESTA ES la última de una serie de huelgas campesinas que han paralizado la economía en distintas regiones de Colombia. Una histórica huelga de productores de café y cacao a principios de este año interrumpió el flujo de mercancías al puerto de Buenaventura y a la frontera suroeste con Ecuador. Desde entonces, huelgas de menor notoriedad han afectado la producción de arroz, azúcar y papas han avanzado hacia el norte por la cordillera hasta llegar al Catatumbo colombiano junto a la frontera venezolana.

El camino recorrido por esta cadena de huelgas cubre las áreas más densamente pobladas del país indica que Colombia experimenta un auge de la lucha popular, debilitando así la imagen de un país refugio de la inversión segura que el gobierno promueve.

Las demandas de los campesinos están relacionadas con el compromiso de Santos a dirigir la economía del país hacia la minería. Además de producir condiciones económicas desfavorables, la industria extractiva causa daños al medio ambiente de las comunidades en lucha.

En sus negociaciones con el gobierno de Colombia en Cuba, las FARC propuso la creación de 59 ZRC, arriba de las seis que ya existen. El 26 de mayo, las FARC y representantes del gobierno anunciaron que habían llegado a un acuerdo sobre asuntos agrarios. Las expectativas de los campesinos han aumentado desde entonces. Pero la brutal represión a la insurrección campesina da malos augurios sobre el compromiso real del gobierno a solucionar la cuestión agraria.

El Relámpago del Catatumbo ha iluminado la región durante miles de años. Mientras las negociaciones entre el gobierno y las FARC continúan en La Habana, el levantamiento de Catatumbo arroja luz sobre la actitud del gobierno hacia el campesinado de Colombia.

Traducido por Lance Selfa

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