Aborto libre, nosotras decidimos

March 10, 2014

Treinta mil personas se manifestaron en las calles de la capital española, Madrid, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Esta marcha anual, la más grande en muchos años, tuvo una urgencia especial por la amenaza de una draconiana ley anti-aborto propuesta por el Ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón del derechista Partido Popular (PP), hoy en el poder.

El proyecto de ley "protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada" fue hecho público el 20 de diciembre. Su implementación marcaría el ataque más severo contra los derechos de las mujeres desde el fin de la dictadura de Franco en 1975.

La ley actual, implementada bajo el gobierno de Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 2010, es la más progresiva en la historia de España. Permite los abortos hasta la semana decimocuarta de embarazo por cualquier razón y hasta la semana veintidós en casos de malformación fetal o de amenaza a la salud de la mujer.

Sin embargo, los abortos todavía son regulados por el Código Penal. Los profesionales de la salud pública puede realizar una objeción de conciencia para no llevar a cabo un aborto, las mujeres menores de 18 años deben conseguir el permiso de sus padres, y todas las mujeres deben esperar tres días después de haber visto a su médico.

La propuesta de Gallardón permitiría los abortos en solamente dos situaciones. Primero, si el embarazo fue causa de una violación, pero únicamente en las primeras doce semanas y sólo si una denuncia policial ha sido presentada; y en segundo lugar, si hay riesgo de un daño físico o psicológico a la salud de la mujer, pero sólo hasta la semana veintidós.

La malformación fetal como razón para un aborto sería eliminada. Una mujer podría apelar esto sólo si puede probar que hay riesgo para su propia vida. Para usar esta exención una mujer necesitaría ver dos médicos: uno para probar las malformaciones fetales y otro para analizar la "psiquis" de la mujer. Y ninguno de los profesionales de la salud pública puede trabajar en la misma instalación donde el aborto sería llevado a cabo.

El Movimiento Feminista de Madrid dirigió la marcha del 8 de marzo. Se manifestaron detrás de un estandarte el cual leyó, "En nuestros úteros no se legisla", "Nuestros cuerpos no se maltratan" y "Nuestros derechos no se recortan". Algunas manifestantes trajeron pancartas las cuales leyeron, "Sacad vuestros rosarios afuera de nuestros ovarios" y "Aborto libre y gratuito", mientras otras trajeron perchas para que simbolizar los métodos que las mujeres tendrían recurrir si este proyecto de ley es aprobado. También, denunciaron la brecha salarial con respecto a los hombres, la eliminación de derechos sociales y contra la violencia machista. El mismo día, manifestaciones ocurrieron en más que 20 ciudades alrededor España.

Este movimiento es sólo el último en una reciente ola de resistencia a las políticas del PP. Además fue sólo hace tres años, en 2011, cuando Los Indignados movilizaron cientos de miles contra las políticas de austeridad del PSOE, que entonces gobernaba el país.

Desde entonces, los votantes rechazaron el PSOE en las elecciones nacionales y eligieron a Mariano Rajoy del PP como presidente. No sorprendentemente los ataques contra la clase trabajadora han continuado. El proyecto de Gallardón muestra como su partido da seguimiento a su promesa electoral de terminar con el derecho al aborto.

Aquí reimprimimos una declaración por el Movimiento Feminista de Madrid declarando su oposición al proyecto de Gallardón y la importancia de mantener y ampliar el derecho al aborto en España.

CON MOTIVO de la aprobación del gobierno del Anteproyecto de la ley de aborto "protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada", queremos expresar nuestro absoluto rechazo a lo que supone un atentado contra los derechos, la autonomía y la libertad de las mujeres.

Con este Anteproyecto, el 97 por ciento de las mujeres que abortan lo tendrán que hacer de forma "ilegal", quienes tengan recursos económicos saldrán al extranjero y las que no, pondrán en riesgo su salud y su vida al recurrir al aborto clandestino; por no hablar de la inseguridad y vulnerabilidad jurídica que creará en las y los profesionales sanitarios.

El Anteproyecto pretende basarse ante todo en una supuesta defensa de la vida. Pero lo dice un gobierno que impone políticas laborales injustas, recortes en el acceso a las escuelas infantiles, que niega la ampliación del permiso de paternidad, el acceso a la reproducción asistida a todas las mujeres, que elimina servicios sociales básicos, además de los recortes en dependencia y sanidad. Ante esta situación nos preguntamos: ¿de qué vida hablan cuando hablan de la vida?

Reclamar el derecho al aborto libre significa que no se puede forzar a una mujer a proseguir con un embarazo no deseado y cuestionar su decisión de interrumpirlo. El derecho a decidir supone el reconocimiento de las mujeres como sujetos moralmente autónomos para decidir sobre nuestras vidas, nuestros cuerpos y sobre la maternidad (decidir ser madres o no serlo)
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Protesters at the Ministry of Health in Madrid oppose anti-choice legislation

Dado que somos personas autónomas, responsables, libres e iguales, exigimos:

La retirada inmediata de este Anteproyecto de ley que atenta contra los derechos de las mujeres, contra nuestra autonomía, libertad, salud, vida y dignidad.

Que el aborto esté fuera del código penal. Que se regule como un derecho de todas las mujeres a interrumpir un embarazo no deseado sin ningún tipo de discriminación.

Fomentar y garantizar una educación afectivo-sexual libre de estereotipos sexistas y homófobos. Frente a la ley Wert, que impulsa la religión dentro de la escuela mientras se excluye de las aulas la educación sexual con personal cualificado.

Que se respete la autonomía de las jóvenes y no se obligue a las mujeres de 16 y 17 años a precisar del permiso de su madre(s) y/ de su padre(s) (y mucho menos de un juez) para decidir sobre su maternidad.

Que se regule la objeción de conciencia para que ninguna mujer se quede sin asistencia sanitaria.

Las mujeres no necesitamos tutelajes de otras personas, que no son sino intentos de imponernos un proyecto de vida que niega nuestra condición de sujetos de pleno derecho. Por eso decimos NO a la propuesta del gobierno y exigimos que se reconozca el derecho al aborto.

LAS MUJERES DECIDEN, EL ESTADO GARANTIZA, LA SOCIEDAD RESPETA Y LA IGLESIA NO INTERVIENE

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