Incitan odio usando tragedia
Desde San Francisco, Diana Macasa reporta sobre la furia anti-inmigrante desatada tras un tiroteo, y sobre cómo inmigrantes y activistas se mantienes firmes.
EN SAN Francisco, California, los políticos están usando un trágico asesinato cometido por un inmigrante indocumentado para tratar de eliminar protecciones a algunas de las personas más vulnerables en la sociedad estadounidense, producto de décadas de lucha. Y son los demócratas los que están liderando la carga.
El primero de julio, Juan Francisco López-Sánchez disparó a Kate Steinle frente a su padre en el Muelle 14 de la ciudad.
Luego del asesinato, fue revelado que López-Sánchez había servido varias condenas por infracciones no violentas--por drogas y por entradas ilegales al país--y que había sido deportado en varias ocasiones. Esto provocó que los medios y los políticos desataran una tormenta sobre las supuestamente "flojas" leyes de inmigración.
La ley específica bajo ataque es la ley de la "ciudad santuario," la que previene que la policía local y funcionarios políticos cooperen, completamente, en casos federales de deportación.
En abril, López-Sánchez había sido liberado por el Departamento del Alguacil de San Francisco después que sus condenas, basadas en una orden que tenía 20 años de antigüedad, fueron rechazadas. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, sus siglas en inglés) había pedido una "detención inmigratoria", eso es, retener a López-Sánchez hasta que el ICE fuera a buscarlo.
Pero el Alguacil Ross Mirikami y su oficina no cumplieron con el pedido de ICE, basándose en la ordenanza "Debido Proceso Para Todos" de la ciudad de San Francisco. La ordenanza dicta que la policía local no puede mantener a una persona con una detención inmigratoria de ICE sin una orden especial. Ahora Mirikami está bajo ataque, lo mismo que el concepto de "ciudad santuario".
ESTAS LEYES de santuario, que existen en más de 200 ciudades en Estados Unidos, están basadas en la idea de, como dice la ordenanza de San Francisco, "protección igualitaria y tratamiento igualitario para todos nuestros residentes, independientemente de su estatus de inmigración". En su mayoría, estas leyes fueron adoptadas en respuesta a la incapacidad del estado federal de producir una reforma migratoria que mejorara la vida de los indocumentados.
San Francisco fue instituida como una ciudad santuario en 1989 por la frustración local ante la renuencia del gobierno federal a dar estatus de refugiado a centroamericanos que escapaban de la violencia en sus países de origen--muchas veces, impuesta por fuerzas militares y paramilitares apoyadas por EEUU.
Desde antes del asesinato de Steinle ha habido esfuerzos para eliminar los estatutos santuarios de algunas ciudades. Ese es el caso con la sección 287(g) de la ley federal de inmigración firmada por el presidente Bill Clinton y Comunidades Seguras (S-COMM, por sus siglas en inglés), implementado por la administración Obama desde 2008 a 2014, contra las cuales los activistas por los derechos de los inmigrantes han estado combatiendo por años.
Tras la implementación de S-COMM, muchos inmigrantes han sido inmediatamente entregados a ICE por infracciones menores, como cruzar una luz roja una, y han terminado deportados.
La lucha contra S-COMM tuvo un punto culminante en California cuando activistas indocumentados y solidarios organizaron una sentada en la oficina del procurador general del momento, Jerry Brown, quien además era candidato a la gubernatura estatal, exigiéndole rescindir la cooperación entre el estado y ICE. Aunque fallido el intento, la acción fortaleció un movimiento que forzó, en 2013, a la legislatura estatal y a Brown--ahora gobernador--aprobar el Acta TRUST, mermando el alcance de S-COMM en California. Con luchas similares en muchos otros estados, el gobierno federal se vio forzado a terminar con S-COMM en 2014, al menos en nombre: su reemplazo es el Programa de Aplicación Prioritaria (PEP, por sus siglas en inglés).
En San Francisco, la estela de esta victoria propulsó la lucha por la ordenanza "Debido Proceso Para Todos", firmada por el alcalde Ed Lee. Su resultado es que miles de residentes locales han sido liberados de la amenaza de deportación tras un encuentro con la policía. A nivel estatal más de unas 10.000 peticiones de ICE para detención inmigratoria han sido ignorados en los últimos 18 meses, también resultados de la presión desde abajo por activistas inmigrantes y solidarios.
COMO ERA de esperarse, los republicanos no perdieron tiempo en usar la trágica muerte de Kate Steinle para justificar su plataforma anti-inmigrante.
"Este totalmente prevenible acto de insensata violencia cometido por un inmigrante ilegal es otro ejemplo de por qué necesitamos asegurar nuestra frontera inmediatamente", dijo Donald Trump, el bufón racista que está ganando las encuestas entre candidatos para la nominación presidencial republicana.
Estos comentarios vinieron después del lanzamiento de su campaña oficial, durante el cual Trump dijo que, "Cuando México manda a su gente, no mandan a sus mejores...Están trayendo drogas. Están trayendo crimen. Son violadores".
Jeb Bush, otro candidato presidencial republicano, insiste en que las ciudades que rehúsen colaborar con ICE no deben recibir fondos federales. Bill O'Reilly de Fox News pidió que el liderazgo republicano introduzca la "Ley de Kate"--una condena automática de cinco años en una penitenciaría federal para inmigrantes encontrados en EEUU después de ser deportados.
Pero no son sólo los republicanos los que están usando el caso para sus agendas anti-inmigrante. Hillary Clinton, la favorita para la nominación presidencial demócrata, argumentó que la policía de San Francisco cometió un error en seguir la ley de la ciudad santuario y no mandar a Juan Francisco López-Sánchez a ICE.
"Yo no puedo dar apoyo alguno a una ciudad que ignora fuertes evidencias, en base a cuales tendría que haber actuado", Clinton comentó en CNN, antes de atacar a Donald Trump por sus posiciones anti-inmigrantes.
MUCHO DE este retroceso se debe a la cobardía y al oportunismo de los políticos en vista de las elecciones. Sin embargo, seamos claros: Ambos, demócratas y republicanos, han sido cómplices en el establecimiento de las actuales leyes inmigratorias, orientadas a destruir la vida de los inmigrantes para satisfacer las necesidades del capital estadounidense.
Leyes federales implementadas bajo presidentes de ambos partidos han resultado en un aumento de las deportaciones y en la debilitación de las leyes de santuario, contribuyendo así al número récor de deportaciones bajo Barack Obama.
Estas leyes, creadas para controlar el flujo de inmigración de acuerdo a las necesidades del capitalismo estadounidense, deshumanizan a millones de personas y han creado una atmosfera de terror en comunidades inmigrantes. Por lo que la lucha para mantener las leyes de ciudades santuario debe ser una parte central de la lucha por los derechos de los inmigrantes.
El furor en San Francisco plantea la pregunta: ¿Importan las vidas Latinas?
No hay duda que el asesinato de Kate Steinle es un acontecimiento trágico, pero ¿dónde tenían guardada, los medios y los políticos, toda esa rabia cuando Alex Nieto fue asesinado por un policía el año pasado? Nacido y criado en San Francisco, Nieto recibió más de una docena de balas de oficiales de la policía de San Francisco. ¿Su "crimen"? Ser una persona no-blanca comiendo un burrito en el parque de su barrio. O cuando la policía mató al inmigrante guatemalteco Amilcar Pérez-López.
Eso y otros similares tiroteos--y el ataque contra la ley de ciudad santuario--ocurrieron entre muchos otros escándalos que revelan las profundas raíces que el racismo y la intolerancia tienen dentro del Departamento de Policía de San Francisco.
En respuesta al sentimiento anti-inmigrante desencadenado después del asesinato de Kate Steinle, docenas de activistas por los derechos de los inmigrantes a lo largo de San Francisco y la bahía llegaron a un rally para ofrecer pésames a la familia de Steinle, pero también para firmemente declarar que una tragedia no debe ser usada para justificar la xenofobia.
Como ya lo han hecho, activistas tendrán que desafiar las redadas y las tácticas de terror usadas por ambos, ICE y la policía. Pero como los organizadores del rally también enfatizaron, también habrá que luchar por más.
Necesitamos luchar por la vida de las personas documentas e indocumentadas. En San Francisco, esto no sólo quiere decir poner fin a las redadas de PEP-COMM, sino también luchar por justicia para Alex Nieto y Amilcar Perez-Lopez, contra la construcción de nuevas centros de detención, y contra los desalojos que continúan desplazando inmigrantes mientras San Francisco continua siendo cada vez más gentrificada.
Tenemos mucho trabajo por delante para mantener a San Francisco como una ciudad santuario para todos.
Traducido por Camila Quarta